Los últimos meses han sido durísimos, a pesar de que en el inicio del curso escolar en septiembre del año pasado todo auguraba un gran año. Los chicos empezaban el curso entusiasmados con nuevas metas, objetivos e ilusiones. La energía era renovada y sana.
Sin embargo todo empezó a torcerse de repente, cuando uno de los traveling teams (grupos de competición) se desplazó al Caribe aprovechando que los chicos venían rodados de los torneos del verano. Todos con la mira puesta en conseguir puntos ITF que les permitirían jugar el resto del año en esos torneos y tener muchas opciones de que los entrenadores de universidades se fijaran en ellos.