#18 HÁBITO DE ÉXITO PARA SUPERAR LA ADVERSIDAD

Por Emilio Sánchez Vicario, CEO y Fundador de Academia Sánchez-Casal.

#18 Tu mente tiene la capacidad de crear, producir, desarrollar, cortar y olvidar cualquier cosa. La adversidad puede hacer lo mismo, pero sólo si se lo permites. No se lo permitas. 

Nuestra mente es la herramienta más poderosa de la que disponemos. Puede llevarnos a lo más alto. De hecho, en la Academia tenemos claro que para que un jugador pueda entrar en la Élite del tenis, la mente es el factor que marcará la diferencia. Necesita una técnica perfecta, necesita saber jugar sus armas tácticamente, necesita un físico que le acompañe y no le falle. Pero nada sirve de nada si el jugador no alcanza mentalmente “su estado ideal” para competir.  Sólo la mente le permitirá entrar en el top de la Élite.

Tenemos muchos ejemplos en la historia del tenis. Roger Federer en persona cuenta que su historia cambió en 2003 por un hecho muy sencillo: tomo la decisión mental de que podía ganar. Y así lo hizo, convirtiéndose el 6 de julio de ese año, en Wimbledon, en el primer suizo en ganar un Grand Slam.

Roger Federer

Fotografía propiedad Tennis World Usa

Rafa Nadal es otro ejemplo de fortaleza mental y lo cuenta con palabras muy sencillas. “Si no puedes controlar los nervios tienes muchas más opciones de que las cosas no vayan bien… Esa fuerza mental se entrena«. También lo corrobora Novak Djokovic cuando dice que todo empieza incluso antes de saltar a pista, “en lo que haces para prepararte mentalmente para el partido y en estar en el perfecto estado mental con uno mismo”.

Efectivamente, así es. Nuestra mente es nuestra herramienta más poderosa. Lo vemos cada día en las pistas. El tenis es un deporte muy exigente mentalmente porque requiere de concentración, de máxima atención y motivación durante un largo período de tiempo. Pero también es un deporte noble y generoso, ya que te permite superar situaciones adversas y rectificar en medio de un partido… siempre que tengas la fortaleza mental para reconocer lo que estás haciendo mal y seas capaz de aplicar los hábitos aprendidos y darle la vuelta.

Pero la mente es también nuestra herramienta más peligrosa. Y hay otros deportes en los que no tienes una segunda oportunidad. Edurne Pasabán ha escalado las 14 montañas más altas del planeta, todos los “ochomiles”, y lo ha experimentado muy de cerca.

Edurne Pasaban K2

Fotografía edurnepasaban.com

La montaña se lo ha dado todo, pero también le ha quitado mucho. Ha visto morir a su lado a 3 amigos. Mientras escalaban juntos, desaparecieron en el vacío. Este hecho, un episodio muy peligroso vivido por ella misma al bajar del K2 y otros temas personales le pasaron factura. Dejó la escalada, abandonando su pasión, y la mente, incapaz de asumir la contradicción que se abría en su interior, la llevó a una gran depresión, en la que casi se dejó la vida.

¿Cómo una persona que ha superado momentos realmente críticos, que ha vivido y sobrevivido a situaciones límite, pierde su capacidad de seguir luchando? ¿Y cómo logra recuperarla?

Sólo su determinación logró hacerle superar su “ochomil más difícil”. Edurne lo tiene muy claro. Lo primero es darte cuenta de la situación. Lo segundo, decidir que vas a superarlo, ya que, en sus propias palabras, “Se sale porque uno decide salir”. Lo tercero, dejarte ayudar y perseverar.

La fortaleza mental, la tolerancia a la frustración, el control emocional, la autoconfianza son rasgos determinantes para un deportista, ya sea alpinista, tenista, motorista, triatleta,… Como lo resume Edurne: “Tienes que estar preparado físicamente pero el físico sólo es el 25%. El otro 75% es la cabeza”.

Podemos y debemos trabajar estas características, enfocándonos en jugar punto por punto, perseverando, sin desfallecer.

La mente. Siempre la mente. Entrénala. Refuérzala. Dale armas para luchar contra las dificultades. Convierte en un hábito tu capacidad mental de crear, producir, desarrollar y superar las situaciones más adversas. Sólo tu fortaleza mental te hará ser distinto a los demás y te llevará a la excelencia.

Gracias a Eva Pascual, coautora de este post.

Emilio Sánchez Vicario
CEO y Fundador de Academia Sánchez-Casal

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