Por Tatiana Batalla e Ivette Nieto, departamento de marketing de la Academia Sánchez-Casal, Florida.
Y aún así celebramos: celebramos el final del año escolar, celebramos todas las risas, el trabajo duro, el estudio, los logros y los momentos de alegría. Preparamos un evento especial para un día especial. Decoramos el aula con globos dorados, luces de noche, ayudamos a los graduados con sus discursos, los vestimos con la capa y el birrete de graduación. Y tuvimos 6 graduados: 5 hombres jóvenes y una mujer en camino al escenario, con ojos llorosos, con las cabezas llenas de sueños, con un caminar fuerte y seguro, sin miedo a lo que el futuro les deparará. Cada uno de ellos de un lugar diferente y con un futuro diferente. Pero lo que todos ellos compartían era el objetivo de convertirse en la mejor versión de ellos mismos, compartían el sueño de poder escoger su propio futuro, las ganas de cumplir sus sueños, de comerse el mundo, compartían que juntos eran una familia. Todos tenían un carácter único, la clave de su futuro.
«Mucho ha pasado durante este año» la Valedictorian dijo. Tenía razón, su historia ha sido una de las mas difíciles. Ella vino a la Academia Sánchez-Casal en el 2016 porque su hogar, Puerto Rico, se vio afectado por un huracán que complicó su vida y la de su familia por la falta de comida y agua. Ella llegó con un sueño y una pasión. En el año de su graduación, el virus más fuerte apareció arruinando toda esperanza. Sin embargo, ella siguió hacia adelante, siguió trabajando duro dentro y fuera de la pista, estudiando para conseguir una oportunidad para entrar en una buena universidad en EUA y haciendo que sus padres se sintieran orgullosos de sus logros. En el día de la graduación ella subió al escenario llena de esperanza y su brillo deslumbraba la sala. Y, a través de una pantalla podía ver las lágrimas de sus padres que, por un segundo, se olvidaron de todo y se sintieron los padres más orgullosos del mundo. Su discurso fue inspirador. Agradeció a todos la enseñanza de los pilares de la Academia Sánchez-Casal, que la guiaron a lo largo de su camino: su tutor, sus profesores, sus entrenadores, el personal de limpieza, el personal de cocina, de mantenimiento, las cuidadoras de la casa, sus hermanos y sus amigos. En Sánchez-Casal ella era querida, se sentía como en casa y nos describió a cada uno de nosotros como una familia para ella.
Estos 6 jóvenes líderes forman parte de nosotros, forman nuestra identidad, representan y llevan con ellos nuestros valores de respeto, esfuerzo y disciplina. Nos enseñaron que tenemos un valor más que representa a nuestra academia, el liderazgo. Siempre serán bienvenidos de vuelta, se han convertido en graduados de ASC y ESIS, pero nuestra misión no se ha acabado, siempre les seguiremos ayudando a crecer. Como otro graduado dijo: «Nos volveremos a encontrar, en una historia diferente» y estaba en lo cierto, tenemos los brazos abiertos a su visita. Con nosotros, ellos podrán dar el siguiente paso y seguir creciendo; tienen la posibilidad de aprender lo que hacemos, de continuar con nuestro legado dando oportunidades a jóvenes chicos/as que, como ellos, quieren cumplir sus sueños y ser parte de algo grande.
Tatiana Batalla e Ivette Nieto
Departamento de marketing de Academia Sánchez-Casal Florida