Mi mente Tenis contra Covid

Por Emilio Sánchez Vicario, Fundador y CEO de la academia Sanchez-Casal

Soy Emilio Sánchez. Tengo 55 años. En los años ochenta y noventa competía a un nivel bastante bueno e incluso gané algunos torneos de Grand Slam y medallas olímpicas. Después de esa etapa profesional, entrenaba tenistas de forma individual también, como equipos de Copa Davis. Combiné mi trabajo como entrenador con la fundación de mis propias Academias de Tenis, tanto en España como en EE. UU., donde los estudiantes pueden aprovechar las oportunidades que brinda el tenis y la educación. También compartí mis conocimientos en la televisión y creé mi propia fundación, “Fundación Emilio Sánchez Vicario”, para ayudar a los niños a lograr una vida mejor a través del tenis.

Mi signo del zodíaco es Géminis, y para los que nos conocen, somos pensadores, somos impredecibles, amamos a las personas y las cuidamos. También tenemos una habilidad muy curiosa: nuestra mente trabaja, todas las noches, de una manera capaz de crear pequeñas películas que luego traducimos en la vida real al día siguiente.

Por tanto, veo mi vida dividida en etapas: 8 años antes dedicados al tenis, 10 años desarrollándome como tenista, 14 años trabajando como tenista profesional y 20 años entrenando. Probablemente fue una evolución normal, hasta el año pasado cuando llegó la famosa pandémia del Coronavirus.

Ahora, puedo decir que tengo 55, o mejor, tengo 54 más “1 año Covid”, porque Covid me cambió todo. Siempre me ha gustado el tenis, pero desde que el virus entró en nuestras vidas mucha más gente volvió al tenis. ¡Hasta 4 millones de nuevos jugadores! ¿No es asombroso? El tenis me ha dado muchas cosas en la vida: ha construido mi carácter, me ha hecho competitivo, resistente, luchador y comprometido. Y, en estos días difíciles, mi deporte me ha dado esperanza, impulso y la fuerza para seguir adelante. No puedo estar más agradecido con el tenis. Hasta ahora, no sabía realmente lo importante que era el tenis para mí, pero gracias a este año pasado, Puedo decir que soy quien soy gracias al tenis y gracias a la forma en que el tenis me ha enseñado a aceptar errores, derrotas y mas derrotas.

Así, en mi mente, los últimos 365 días tuvieron dos versiones: la versión “diurna” con mi pasión y romance con el tenis y la versión “nocturna”, con Covid y el miedo que lo rodeaba. Me refiero a que el “chico C19” apareció en tantos diferentes colores, voces, acciones y situaciones y todas ellas dirigidas a destruir mi mente. El coronavirus fue el anfitrión de cada una de esas 365 noches, y jugué 365 partidos contra él. Por suerte, a la mañana siguiente, el tenis me ofrecía otra historia, convirtiéndose en mi compañero para afrontar la situación. Y no me quejo de ello, pero lo he vivido tan cerca durante tanto tiempo que a pesar de que es ahora, parte de mí, el tenis ha tenido un impacto mucho mas grande en mi vida que Covid.

El año pasado estuve trabajando con los mejores juniors de nuestra Academia, y ese fue otro de mis grandes desafíos. Algunos de ellos comprometidos con grandes universidades, otros todavía están esperando ser aceptados. Pero la gran demanda que ese proceso requirió, me ayudó a tener una motivación adicional. Quiero a estos niños.

Durante este tiempo, también decidí comenzar a hacer eventos y desde el otoño pasado hemos estado organizando torneos sin parar, llevando a cabo muchos eventos de UTR, USTA e ITF. Mi equipo ha hecho un trabajo maravilloso, son tan buenos que nos hemos convertido en el mejor UTR club del año 2020, y también hemos sido nombrados como la academia número uno en el mundo. Hemos sido la primera academia en organizar eventos del Circuito Pro de la USTA durante la época de Covid, y hemos organizado dichos eventos, cumpliendo estrictamente con todas las regulaciones, pruebas , y los controles para evitar Covid, que nos han ayudado a afrontarlo. No puedo estar más agradecido con mi equipo.

2020 ha sido un año que me ha abrió los ojos. He tenido la suerte de vivir en los Estados Unidos, y especialmente en Florida, donde puedo jugar a tenis a diario, estar con mi familia y, por supuesto, lidiar con todas las regulaciones del virus, pero seguir viviendo. Estoy tan agradecido con Estados Unidos que no puedo expresar con palabras lo mucho que admiro a este país y la forma en que enfrentan la adversidad.

Todos los días, mis historias con los atletas-estudiantes, raquetas y pelotas llenan mi alma y le dan a mi mente materiales suficientes para enfrentarse a mis películas e historias por la noche. Pero luego, al día siguiente, el tenis tomó su lugar y desencadenó esta asombrosa reacción mental gracias a la cual pude olvidar la noche anterior, renovando mi esperanza, empuje, energía y un estado especial para enfrentar lo que fuera que estaba haciendo, entrenando, organizando o gestionando. ¡Estoy muy agradecido!

Como ves, soy un soñador e intento que mis estudiantes-atletas también sueñen, sueñen grande, aprendan a afrontar la adversidad para poder escribir sus propias historias, y con suerte, algún día puedan ver mi deporte como su aliado para convertirse en los mejores. El tenis también les da las herramientas para seguir creciendo y nos une. Me encanta dedicar mi tiempo a estos estudiantes-atletas, ver partidos, entrenar con ellos y crear este vínculo increíble con el tenis. Sé que algún día en el futuro recordarán este viaje y pensarán que todo el esfuerzo ha valido la pena, para mí es así.

Mi academia en Florida es espectacular, tenemos instalaciones increíbles, pero si tuviera que elegir solo una de nuestras fortalezas, elegiría a mi equipo, un grupo de profesionales dedicados que se preocupan por los estudiantes-atletas, que viven para ellos, dando el mejor de si para ayudar a los estudiantes-atletas a convertirse en lo que quieren ser. Es inspirador tener un personal tan increíble. Agradezco a los niños, los trabajadores, a los amigos y a la familia por crear historias reales mucho más poderosas que las que el VIRUS solía crear en mi mente cada una de esas 365 noches. ¡Felicidades a todos y nos vemos en ASC, jugando al tenis como siempre!

 

Emilio Sánchez Vicario
Fundador y CEO de Sanchez-Casal Academy

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Emilio Sanchez Vicario
Founder & CEO of Sanchez-Casal Academy

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