Por Mónica Monserrat, Área de Psicología en Academia Sánchez-Casal.
En esta era actual del deporte, hay una variable fundamental para alcanzar el éxito deportivo, que está por encima de habilidades técnicas y tácticas. Se trata de la atención, que va ligada a un proceso psicológico mediante el cual se puede ejercer un óptimo control de la misma para obtener buenos resultados en la competición. Sólo cuando el jugador es capaz de mantener y focalizar la atención en la ejecución de la tarea, controlar los pensamientos negativos y evitar distracciones, es cuando hay una optimización del rendimiento.
Por ello, gran parte del trabajo psicológico que se realiza en la Academia Sánchez-Casal va dirigido al entrenamiento de la atención. Durante el entrenamiento diario se practican ejercicios específicos que estimulan los diferentes tipos de atención implicados en el tenis como por ejemplo: la atención dividida, la atención sostenida y la atención selectiva.
Pero veamos un poco más en detalle algunos aspectos. Tal y como indica Holzman (1994), la atención es un concepto complejo que engloba una gran variedad de fenómenos psicológicos y que pueden clasificarse en:
- Atención focalizada: referida a la cantidad de información seleccionada en un momento dado.
- Atención sostenida: relacionada con el aspecto temporal de la atención. Es decir, analiza el periodo de tiempo en el que un nivel de ejecución puede ser mantenido y la consistencia de la ejecución durante ese periodo de tiempo. Se relaciona con los conceptos de rendimiento continuo (la tarea requiere una continua respuesta del sujeto) o de vigilancia (la tarea requiere respuestas muy espaciadas, con periodos largos de alerta y control motor).
- Vigilancia: es la disposición para detectar y responder ante la aparición de leves cambios en el entorno a lo largo del tiempo.
- Atención selectiva: es la capacidad para mantener una respuesta en un contexto de distracción o competencia estimular. Se relaciona con los conceptos de concentración (seleccionar y reunir en el mismo foco toda la estimulación relevante) y cambio atencional (capacidad de flexibilizar el foco en función de las demandas de la tarea).
- Atención dividida: la capacidad para atender simultáneamente a dos o más tareas, o a más de un estímulo en una misma tarea.
- Atención alternante: se refiere a la capacidad de flexibilidad mental que permite al individuo alternar su foco de atención y moverse entre tareas con diferentes requerimientos cognitivos.
- Control atencional: hace referencia a la planificación, regulación y verificación de conductas dirigidas a una meta.
Cada deportista presenta un estilo de atención dominante sobre otros, por lo que los estilos dependen de las diferencias individuales, de las habilidades que requiere el deporte que se practica y de la activación del deportista. Es cierto que cuando el deportista presenta un nivel de activación elevado su estilo atencional dominante prevalece. Pero cuando el nivel de activación sobrepasa el umbral, el jugador pierde el control de su atención al entrar en un estado de pánico.
Sin duda que en la Academia Sánchez-Casal, siempre hemos querido innovar y estar a la orden del día en cuanto a nuevos retos, y nuevos enfoques de trabajo, por eso hacemos especial hincapié en la atención, en el día a día.
La atención selectiva tiene especial relevancia en el tenis. Si el tenista es capaz de seleccionar la información relevante e ignorar los estímulos no pertinentes, beneficiará su rendimiento. Es el caso cuando el entrenador focaliza la atención del jugador en un movimiento específico. Esto no significa que deje de atender a toda la cadena cinética sino que marca dónde tiene que prestar su máxima atención en ese momento concreto. A través de la práctica, el tenista será capaz de centrar la atención de forma voluntaria en aspectos importantes (mirar al rival, posicionar de forma correcta los pies) o realizar la acción sin necesidad de prestar atención a la misma de forma voluntaria (ejecutar un saque). De forma que, cuanto más automatice los gestos técnicos, habrá una mayor atención involuntaria que le permitirá hacer frente a situaciones más complejas.
En cambio, la atención dividida es aquella que hace que el individuo preste atención a dos o más estímulos a la vez. Un jugador de tenis debe prestar atención al movimiento del rival y, al mismo tiempo, preparar la acción técnica defensiva o de ataque.
Definitivamente con un buen entrenamiento de la atención y una buena capacidad de resolución de problemas, el jugador tiene más probabilidades de hacer un mejor juego.
Mónica Monserrat
Área de Psicología en Academia Sánchez-Casal, Barcelona