Por Emilio Sanchez Vicario, CEO de la Emilio Sanchez Academy y el equipo de marketing de la ES Academy
Querido Andy:
Que increíble ver tras tu reciente anuncio todos los reconocimientos que has recibido a quién eres, a tu carrera, a tus triunfos, pero sobre todo a tu legado. La verdad es que no hay palabras para describirlo.
Si miramos atrás, muy atrás, te veo caminando por el paseo de las moreras de nuestra academia de tenis con tu madre, Judy, el día que vinisteis a visitarnos recomendados por Rafa Nadal.
Debo reconocer que cuando tu madre me hablaba, yo por dentro de mí, después de verte caminar mirando al suelo con aquellas piernas flaquísimas y torcidas, pensaba, no chance, no sé qué ve ella. Te miraba y tu ni caso. Cuando nos acercamos a la pista 3, lo recuerdo perfectamente, y empezamos a pelotear, tu mirada tímida seguía sin impresionar, pero cuando empezamos a jugar juntos se te cambió la cara, te apareció el colmillo, y sobre todo me impresionó cómo sabías salir de las situaciones difíciles cuando te empujaba. Tu contraataque era brutal y mi opinión empezó a cambiar. Después me empezaste a mirar como con superioridad, como retándome, me encantó ese desparpajo. Hablamos con Judy y le dije, “Quiero que se quede, creo podemos ayudarle”. Me encantó también ver lo claro que Judy lo tenía, separar a los hermanos, hacer que Andy mejorase la movilidad por su tipo de juego. Grandes decisiones en los momentos adecuados.
Tu estancia tuvo sus altos y bajos, pero siempre diste pasos para mejorar el nivel. Pasaste toda la pubertad en Barcelona, te volviste muy culé, además hiciste grandes amigos, luego referentes en el mundo del tenis como Dani Valverdu (entrenador de tops después de tu oportunidad), María García Planas (directora AtP) y como yo siempre explico a todos los que te venían a ver en los torneos siempre les trataste como familia. Tenísticamente evolucionaste, físicamente te desarrollaste y mentalmente te volviste un inglés con corazón-mente de español. Tu Slam junior demostraba que tenías ese gen necesario para hacer la diferencia en los puntos clave. Nuestro trabajo de hacerte tenista, no de título, sino de los que viven el tenis 24/7 como los españoles dio sus frutos rápido. Aprendiste a ser resiliente, diferente, luchador incansable, profesional, humilde y sobre todo defensor de las causas perdidas, haciendo la diferencia siempre con pequeños detalles. Para mi verte competir, seguirte todos estos 20 años me ha llenado de inspiración, ya que todos los esfuerzos tanto tuyos, de tu madre, como de nuestra academia de tenis, se veían reflejados en esos momentos de éxito.
Eres un número uno en dar más de lo que puedes dar, por eso has podido volver de esas situaciones tan complejas que te causaron tus lesiones y has podido volver a jugar cuando nadie pensaba que podrías, y lo has hecho al máximo nivel, una y otra vez.
Esa forma de ser, de vivir la vida te hace estar preparadísimo para este siguiente capítulo de tu vida, podrás elegir el qué hacer, y espero que sigas en nuestro mundo, que encuentres algo a lo que le puedas poner la misma pasión que a jugar, pero si no lo haces, con lo que decidas que es importante seguro que brillarás y harás la diferencia gracias a esa mentalidad y determinación que llevas contigo.
Hace dos años pasaste por la academia y te homenajeamos con una pista con tu nombre, qué menos, te has ganado el título del alumno que ha llegado a lo más alto, a ser el número uno en el mundo, y que ha marcado la diferencia consiguiendo hitos increíbles, como el haber roto el hechizo para un inglés de ganar en Wimbledon, también haber ganado la Copa Davis y 2 Olimpiadas. Increíble, quien lo hubiese dicho aquel día. Yo personalmente y la academia donde creciste te admira, y te agradecimos ese día con un pequeño detalle el legado tan potente que dejaste con nosotros. Eres un ejemplo, un espejo, una guía y una ilusión para los chicos que saben que, si se trabaja duro, se vuelve uno tenista, y se pueden conseguir los sueños como tú conseguiste. Nosotros mantendremos siempre viva tu historia, que es también la nuestra. Gracias Andy, cuando quieras esta sigue siendo tu casa.