En esta primera entrega de nuestra serie de podcasts de la Emilio Sánchez Academy, tenemos el honor de contar con una invitada muy especial: Arantxa Sánchez Vicario, una de las primeras alumnas de la Academia y ex número 1 del mundo en el tenis femenino. En una conversación íntima y llena de recuerdos, Emilio Sánchez y Arantxa rememoran sus inicios en la academia de Barcelona, su trayectoria en el circuito profesional y los valores que el deporte les ha inculcado.
Arantxa comparte su experiencia de lucha y perseverancia en los momentos más difíciles de su carrera, su papel como mentora para las jóvenes tenistas, y la importancia de la mentalidad y el apoyo emocional en el alto rendimiento deportivo. Esta conversación no solo nos ofrece una visión única de la vida de una campeona, sino que también brinda valiosos consejos para las nuevas generaciones de tenistas.
Acompáñanos en este viaje a través del tiempo, lleno de anécdotas y lecciones de vida, y descubre lo que realmente significa ser una guerrera en la cancha y fuera de ella.
Emilio: Arantxa, empezamos esta serie de Podcast de la Academia, y que menos que hacerlo con una de las primeras alumnas. Hace 25 años que estuviste con nosotros en la Academia primero, y que te convertiste en la número 1 llegando a ser el máximo exponente del tenis femenino. Te agradezco muchísimo que estés aquí.
Arantxa: Un placer.
Emilio: ¿Qué recuerdos tienes de esos primeros momentos cuando estabas en pleno apogeo, y empezamos a trabajar juntos, en la época en la que fundamos nuestro centro en 1998 en Barcelona?
Arantxa: La verdad es que se dice pronto, ¿no? Ha pasado tiempo. Pasa rapidísimo.
Emilio: Ha llovido mucho, ¿no?
Arantxa: Tengo muy buenos recuerdos, aunque la verdad es que tuve que trabajar duro. En ese momento teníamos una buena programación, un buen entrenamiento, y yo venía también de un momento un poco difícil, complicado. Había perdido bastantes partidos e intentaba recuperar esa confianza que me había ayudado a ganar antes. Tengo muy buenos recuerdos, de llegar la primera e irme la última, porque realmente estaba otra vez en la pista de tenis, entrenando, haciendo tenis, el físico, planificando otra vez, centrándome en poder volver a ser competitiva. Me acuerdo de que pasaba muchas horas allí, pero a la vez guardo un buen recuerdo porque creo que podías estar al aire libre, haciendo deporte, y sentía que podía correr por todos lados y como si estuviera en mi casa. Entonces se hizo duro, pero no tan duro al mismo tiempo porque estaba en familia y era un poco todo junto, pero en conclusión guardo muy buenos recuerdos.
Emilio: Y tenías en aquellos momentos una predisposición muy importante, porque recuerdo que eras como un espejo para las jugadoras que estaban ahí contigo. Me acuerdo de que te portabas increíblemente bien con Maui Serna, inclusive te convertiste casi en madrina de Svetlana Kuznetsova y te la llevabas incluso a torneos y compartías mucho con ella, no es así?
Arantxa: Exacto. Pasaba mucho tiempo en el circuito y pude ayudar a las jóvenes que venían detrás y que además eran amigas, compañeras, mientras compartíamos buenos momentos. Sus carreras también estaban en lo más alto, y fue importante para mí ser un poco su madrina, la hermana mayor, digamos, de algunas de ellas, y compartir esos momentos. El circuito es bastante solitario, pero al poder estar juntas nos hacíamos compañía y sobre todo podíamos hablar de bastantes cosas y yo creo que al final pasaron a formar parte también de mi familia, y del equipo.
Emilio: ¿Y qué les decías tú siendo número 1 a una junior, a una niña que está empezando? Cuál era tu consejo para ella?
Arantxa: Yo intentaba decir que disfrutasen del momento, que intentaran dar lo máximo, que pudieran entrenar duro y que, si hacían las cosas bien, los resultados vendrían, pero más que nada ayudarlas, guiarlas un poquito, decirles que el camino no iba a ser fácil, pero que debían tener predisposición, pasión, y sobre todo determinación para entrenar bien. Y que, si entrenaban bien, los resultados vendrían después. Y también ayudarlas en esos momentos en que a veces las chicas a lo mejor estamos un poco decaídas. Quizás se trataba de contar con un poco de ayuda exterior, de otra persona que conocía el mundo del tenis y que también podía ayudar en esos momentos.
Emilio: ¿Y tú ahora mirando hacia atrás, como tenista, cómo te defines a ti misma? ¿Qué es lo que más te sale de poder enseñar a tus alumnas y a la gente que está contigo?
Arantxa: La verdad es que a mí no me gusta hablar de mi para nada. Prefiero que los demás no hablen sobre mí. Yo siempre he intentado ser bastante humilde, ser bastante persona, tener los pies en la tierra e intentar aportar lo máximo que puedo con mi experiencia a las jóvenes. Soy una luchadora, eso creo que también lo he transmitido. Soy una guerrera, no me doy por vencida a pesar de las circunstancias. El deporte me ha ayudado mucho, igual que ahora en mi vida. Y como madre, intento transmitir los valores que el deporte y mi familia me dieron a mí ahora a mis hijos. Eso es lo que intento transmitir. Y si también puedo ayudar a otras chicas, mejor.
Emilio: Cuando tú jugabas los partidos y esas finales contra las mejores, contra Graf, contra Seles, e ibas perdiendo y te iban ganando 6-1, 4-1 en el US Open ¿qué Arantxa salía ahí a relucir? Hablas de pasión, de valores, pero ¿quién eras tú en ese momento al oír ese 6-1, 4-1 qué pensabas?
Arantxa: Pensaba en seguir luchando, con la determinación, la fuerza, el pilar mental y el físico que tenía, la confianza con la que jugaba. Pensaba en luchar todos los puntos, sacar lo mejor de mí y decir, “si me vas a ganar, me ganas tú, yo no voy a perder el partido, yo no voy a darme por vencida”. Intentaba jugar todos los puntos desde el principio hasta el final, pasase lo que pasase, tener confianza en mí misma para conseguir darle la vuelta y ganar ese partido para tener la oportunidad de ganar el siguiente.
Emilio: Y en esas finales ante la nº1, cuando estás ahí, que estás tanto de perder, pero luego estás a punto de ganar. En ese momento, cuando estás a punto de ganar y no lo consigues, pero tienes que crear otra oportunidad, ¿cómo era tu conversación contigo mismo en ese momento?
Arantxa: Bueno, yo hablaba mucho conmigo misma, me animaba mucho, decía el grito de ¡VAMOS!, de guerra, como decía…
Emilio: Eso cuando ganabas, pero ¿y cuando perdías puntos?
Arantxa: Me animaba en esos momentos porque ganaba, pero cuando perdía decía, bueno, borrón y cuenta nueva y voy a jugar el siguiente punto. Intentaba dejar que no me afectase cuando las cosas me iban mal, e intentaba centrarme en el próximo punto para que sí lo ganaba, me diese la confianza para seguir. Entonces se trataba de creer, creer en mí misma y sobre todo también de tener determinación y fuerza de confianza para poderlo hacer.
Emilio: Creer, confianza… ante momentos complicados, entonces en esa época, en cualquier situación salías de ella a través de la pasión, de la confianza, de la determinación, del trabajo duro. ¿Cómo ves tú que una jugadora número 1, con gran experiencia, que hoy se hable tanto de los problemas mentales y que no sepa afrontar esa adversidad y sea todo un problema mental?
Arantxa: Bueno, siempre lo ha habido porque nosotros también lo hemos pasado, pero en aquella época quizás era un tema más tabú, no se hablaba de ello. Ahora parece más normal, pero también todos hemos tenido que afrontar eso y hay que saber identificarlo, hay que trabajarlo, hay que buscar especialistas que te ayuden a poder salir y ayudarte en momentos tan difíciles. No pasa nada por pedir ayuda. Primero hay que aceptarlo porque si no lo aceptas es mucho más difícil, creo yo. Y segundo, pues con la ayuda que encuentres ser honestos, porque con esa persona tienes que tener una relación 100% para que te pueda ayudar para afrontar esas situaciones. Con ese grupo de personas, junto con tu equipo, y con la persona especializada, puedes hacer un trabajo para que eso te ayude, para poder continuar y tener esa confianza luego en partidos. ¿Cómo lo veo? Creo que no es nada raro pasarlo ni hablarlo, sino hay que trabajarlo, y con eso, todo va mucho mejor. Creo que soy una persona mentalmente fuerte, pero también he tenido que trabajarlo; en su momento también tuve a una persona que me ayudaba y no es nada malo, pero quizás en la época anterior no se hablaba. Siempre ha pasado, todos hemos pasado por esa situación. Ahora se habla mucho más, quizás por los medios, las redes sociales y todo el mundo habla, pero yo creo que es parte de un deportista.
Emilio: Cuando llegas ya a tener un apoyo, a una persona porque ya lo has asumido, porque tiene que ser parte de tu equipo, ¿qué consejo le darías a las jóvenes que tienen 14-15-16 años que tienen una batalla en este momento y que a lo mejor no se ven, o que en esta situación piensan que ya no van a continuar? Hay muchas chicas que, en la pubertad, en el momento de desarrollo, tiran la toalla porque ese problema de adversidad, de dificultad, les puede, ya llevan 6, 7 u 8 años haciendo un esfuerzo importante, jugando muchas horas y deciden dejarlo. ¿Qué consejo les darías tú a todas esas chicas que en ese momento han hecho ese esfuerzo grande y deciden dejarlo?
Arantxa: Pues que no lo hagan, que no tiren la toalla, que sigan haciéndolo un poco más. Que lo intente. No porque no salgan las cosas ya dejar de hacerlo. Que pidan ayuda porque es importante, aceptarlo, trabajar, pero seguir intentándolo y superarse día a día. Y luego fijarse pequeñas metas, o algo que pueda ayudarles para poder mejorar, pero porque no nos salgan las cosas, no es posible hacerlo, sino que con trabajo, disciplina, fuerza y voluntad, y con ayuda, se puede salir. Creer también en ti misma, en que puedes hacerlo, que también es importante y todo ese conjunto, les puede ayudar. Que no lo dejen, sino que sigan y sigan intentándolo. Porque es una pena que después del esfuerzo, abandonen. Hay que ser fuerte y valiente.
Emilio: Ahora que tú haces de coach…
Arantxa: (Risa) No, yo no soy coach.
Emilio: Cuando vienes aquí a la Academia, que vienes a menudo y juegas con las chicas o con los chicos o con los Pros ¿qué tipo de coach eres? ¿te fijas?, ¿eres técnica? ¿eres táctica? ¿eres física? ¿eres mental? ¿En qué te centras para cuando tienes que marcar la diferencia, en ayudar, porque son pequeñas ayudas, a esos jugadores o jugadoras?
Arantxa: Intento, más que ser coach y decirles cómo pegar o no pegar, eso no porque ya están en la Academia los coches, intento ver cómo están ellos. Primero preguntarles a ellos cómo se sienten, cómo están y conocerlos un poco, y dependiendo de cómo lo vea, entonces trabajar en el sentido de que logren la confianza para poder hacer las cosas. Quizás me enfoco más la parte humana, al principio, y después ya ver cómo está jugando para ayudarle a tener la confianza y hacer los ejercicios que ella pueda hacer para poder ir mejorando, pero lo que valoro es la comunicación, que creo que es muy importante. Conocer primero cómo está la persona o el jugador o la jugadora y después actuar.
Emilio: Yo siempre digo que el coach bueno es el que tienen diferentes tipos de voz, el que es capaz de tener una voz suave, media o incluso en algún momento, no más agresivo, pero sí más fuerte, en el tipo de orden o comando que tiene que hacer. ¿Tú qué tipo de voz te gusta con tus alumnos?
Arantxa: Bueno, yo soy bastante tranquila, lo que si veo que no lo intentan entonces subo un poquito la voz, pero intento ser bastante comprensiva en el sentido de que bueno, pues hasta aquí. Luego una vez pases de aquí, pues ya alzo la voz, pero no soy de las que alzo la voz muy muy alta. Me considero bastante, como digo yo, flexible, aunque también a veces hay que apretar un poquito.
Emilio: ¿Por qué crees que en el tenis femenino de hoy las jugadoras son más efímeras? ¿Al final cuántos años jugaste tú?
Arantxa: Yo jugué 17 años.
Emilio: 17 años de los cuales 14 o 15 en el top, entre las 10 mejores del mundo, así todo el tiempo, ¿no? ¿Qué consejo les darías a las jugadoras de hoy que tienen talento, tienen capacidad y tienen físico, para que se vuelvan jugadoras que permanezcan más tiempo para poder llegar a más gente?
Arantxa: Bueno, yo creo que cada generación es un mundo diferente. Yo tuve la chance de jugar con 3 generaciones, bueno, casi cuatro generaciones. Empecé con Navratilova, Evert, después con Graf, Seles, Davenport, Sabatini y compañía, después con Clijsters, Hingins, Henin, las hermanas Williams. Competí un poco con todas las jugadoras, y creo que cada generación va cambiando…
Emilio: Pero vivían cuatro con estilos y caracteres diferentes. Entonces, eso es lo que la gente busca: a mí me gusta esta, a mí me gusta la otra más agresiva, más la que va a la red, más lo otro… Son jugadoras con caracteres más determinados, pero todas son tenistas con 10-15 años en el tiempo.
Arantxa: Es que al final creo que en nuestra generación la regularidad era mucho más constante. Es verdad que era mucho más dura y duradera toda la carrera y como bien tú has dicho, carreras muy, muy largas. Ahora quizás hay diferentes campeonas, incluso diferentes campeonas de Grand Slam, en diferentes épocas. Creo que la constancia era mucho más regular en nuestra generación que ahora, pero las chicas de hoy en día son más fuertes, más velocidad, más fuerza. Lo que pasa que en mi generación había mucha más variedad de estilo de juegos, había las que jugaban liftados, las que jugaban cortadas, las que jugaban saque y red, las que jugaban cambio de alturas, las que jugaban plano. Ahora es como que hay un plan: que es fuerte, pero si no entra mucho, pues no tienen otro plan B. Creo que esa variedad de estilo y toda esa constancia durante tantos años, no se ve tanto ahora como en nuestra época. Puedo hablar más de mi generación que de ahora, pero es verdad que son más fuertes físicamente. Pero claro, a veces si el plan A no funciona, no tiene un plan B porque tampoco hay muchas que tengan esa variedad de juego.
Emilio: ¿Cómo trabajarías esa variedad de jugar?
Arantxa: No es fácil porque una vez estás jugando… Creo que tendrían que entrenar más el hecho de irse más a la bolea o incluso, más variedad. Pero si ya con uno o dos palos, como digo yo, entran y ya están contentas, pues no lo van a hacer, porque están acostumbradas. Creo que hay que introducir poco a poco, pero no cuando hay competición, sino más cuando estás de entrenamiento, porque cuando hay competición no se puede. Pero ir poco a poco introduciendo para ir mejorando y poder luego ser un poquito más completa como jugadora.
Emilio: El tenis femenino al final con todos estos cambios, con todas estas situaciones, ha ido rompiendo muchas barreras, a nivel de presencia y a nivel de resultados. El tenis femenino es un ejemplo para todos los demás deportes, al final se ha conseguido desde hace tiempo dar pasos muy importantes, en los cual la mujer ha conseguido la igualdad en el Prize money, la igualdad en la televisión. El tenis es al final un ejemplo y los otros deportes lo siguen ¿no? ¿Tú qué crees que falta todavía para que el tenis femenino pueda dar un paso más y verdaderamente estar al mismo nivel? Porque, aunque tenga el mismo Price money en los Grand Slams o en algunos de los Masters 1000, o ahora que en Madrid o en Roma, que juegan juntos en los torneos siguientes que están en la pirámide de torneos, la cantidad de premios que hay en los torneos femeninos sueltos es mucho menor que los masculinos. ¿Qué crees que tienen que hacer allí para poder ir para arriba?
Arantxa: Bueno, la verdad es que creo que, como bien tú has dicho, el deporte del tenis es un deporte privilegiado porque comparado con otros deportes que no hay igualdad de condiciones, de Prize Money…
Emilio: …Privilegiado también porque habéis luchado mucho para que haya esa igualdad, ya desde la época de Billy Jean, con Martina, después vosotras, se han hecho muchos cambios en el circuito, gracias también a todas las jugadoras.
Arantxa: Sí, quizás Billie Jean fue la pionera, la primera que inició el cambio y después se ha ido mejorando. ¿Pero qué hay que hacer? Ha evolucionado muchísimo de cómo estaba al principio a ahora, pero todavía queda un gran camino por delante por recorrer. Espero y deseo en un futuro que cada vez haya más mejoras y vaya cada vez sean mejor. Pero sin duda comparado con otros deportes al nivel del femenino, el tenis es el que está más parejo con los hombres y tienen compensación económica, que otros deportes haciendo el mismo esfuerzo, el mismo entrenamiento y todo, no están tan bien compensado. Creo que hay que seguir luchando, hay que seguir haciendo cosas para intentar que mejore el panorama. Pero no sé, tú sabrás mejor, yo no me voy a mojar ahí (risas). No, no, no sé. Hay muchas cosas que se pueden hacer.
Emilio: Tú eres un símbolo en nuestro país, porque rompiste todas las barreras posibles imaginables cuando competías a nivel altísimo: en los Juegos Olímpicos eres la que más medallas tienes, eres la que rompiste la barrera con los Grand Slams, la que colocaste el tenis en las casas de España… Esto hace que en España haya una admiración y una devoción por ti. ¿tú cuando vas a España lo sientes?
Arantxa: Sí, gracias a Dios, me siento muy querida, siento siempre he conectado bien con la gente, he tenido al público, a la gente siempre a mi lado, e incluso cuando tenía momentos malos también han estado apoyándome. Creo que esto te lo ganas o no te lo ganas, como deportista creo que es el mejor reconocimiento que puedes tener, el cariño del público, y me siento muy querida tanto en mi país como fuera. Espero que siga continuando durante muchos años más.
Emilio: Cuando a ti la gente te da ese cariño y esa situación, ¿en ese momento que sientes?
Arantxa: A veces me pongo roja, a veces se me pone la piel de gallina, que hablen de mí me satisface, me da muchísima ilusión y agradecimiento, pero también soy tímida y en ese sentido me pongo muy, muy roja. Realmente agradezco el cariño y que haya entrado en tantas casas, que la gente me haya visto jugar y me haya apoyado tanto, no tengo nada más que agradecimiento.
Emilio: Tú no lo vas a decir porque al final tú no eres de venderte ni de mostrarte, pero yo sí que lo puedo decir, y creo al final todo lo que tú has conseguido, el legado que tú has dejado del tenis femenino en nuestro país, en el mundo, porque al final tú has sido una jugadora global que es el número 1 y que en muchos países se te ha reconocido tu capacidad y tu forma de hacer. Pero a mí me da un poco de pena que en nuestro país no se te reconozca de la forma que se te debería reconocer, como te reconoce el público. Y que no aprovechen de ti, de tu carisma, de quién eres y de lo que has sido, de esta manera de hablar y de contar tus valores y de quién ha sido tú para poder llegar a más gente y poder conseguir que muchas más de estas chicas se mantengan en el tenis y que sigan enseñando que nuestro deporte es muy potente. No lo dices tú, pero lo digo yo, espero que poco a poco se vayan dando cuenta y que ahora que todavía eres súper joven y estás guapísima, que puedas todavía dar muchas cosas para para todavía potenciar más esa historia y ese legado que tú has dejado. Porque cuando tú juegas como jugabas tú, eso es un valor muy potente. Creo que es en España no te saben aprovechar como deberían y aunque tú ahora estás en Estados Unidos creo que deberían ser inteligentes y aprovechar más de quién eres y de quién ha sido. Porque tu historia es súper, súper potente. En la Academia y yo personalmente, estoy súper agradecido y, cuando vienes, estoy todavía más agradecido y me consta que los chicos preguntan siempre, ¿cuándo voy a jugar con Arantxa? Cuando les dices que vas a venir, se les ilumina la cara, así que cuanto más vengas, más vas a impactar a toda esta gente y que van a estar súper felices.
Arantxa: Es un placer siempre. Aparte así te veo más a menudo y luego que también yo también aprendo mucho viniendo aquí y la verdad es que estoy como en casa y disfruto mucho, así que vendré muchísimo más.
Emilio: Pues nada. Mucho ánimo, muchas gracias por estar aquí con nosotros y por ser la primera invitada de este podcast de la Emilio Sánchez Academy. Esta es tu casa y a seguir luchando y con pasión.
Arantxa: Felicidades por tantos años y que vengan muchos más.
Emilio: Bueno, para acabar, como jugadora de esos 4 o 5 años primeros que estábamos juntos ¿cómo definirías la Academia en cuatro o cinco cosas que te quedaron de tu estancia de ese momento? ¿Qué recuerdas de la Academia de esos momentos?
Arantxa: Humanidad, compañerismo, aprendizaje, valores, y como digo, lucha. Creo que eso me ayudó cuando jugaba y me sigue ayudando como persona. Eso no se olvida nunca y es lo que intento transmitir yo ahora incluso a mis hijos o a los jóvenes que me piden consejo. Espero que pueda ayudar con eso a más chicas.
Emilio: Muchísimas gracias.
Arantxa: No, gracias a ti también. Son muchos años, hermano, te quiero mucho, ya lo sabes. Y me emociona hacer este tipo de entrevistas con mi hermano, un beso.
Emilio: Gracias.