Por Emilio Sánchez Vicario, CEO y Fundador de Academia Sánchez-Casal.
Me encuentro en Italia, concretamente en la Toscana. El martes me dieron la pulsera de FairPlay Mecenate como embajador de esta iniciativa en el mundo, y anoche me diero el premio Sport a Solidarieta, por mi labor social a través de la Fundación Emilio Sanchez Vicario. Ayer apenas cabía en mi traje, estaba y estoy muy feliz.
Este es el segundo premio que recibo por la Fundación. El primero fue en Madrid, en Ciudad de la Raqueta, sede de la misma y donde se desarrolla la Escuela de Pádel para Síndrome de Down y la Escuela de Tenis para Jugadores Ciegos. En aquella ocasión, me hizo una ilusión grandísima no sólo por el premio, sino porque Ciudad de la Raqueta es parte de ella. Fue Javier Marti, su consejero delegado y socio, que me inspiró y motivó a fundar la Fundación, junto a un par de amigos más, y le estaré siempre agradecido por empujarme. Además, ha sido el partner más proactivo, cuyo equipo siempre se vuelca.
Coincide que estamos en medio del Festival de Música de Ciudad de la Raqueta, que incluye el V Torneo ITF Wheelchair de la Fundación Emilio Sánchez Vicario. Lo ha ganado el mejor jugador español, Daniel Caverzaschi que, además, es también partner directo de la Fundación. Así que no tengo suficientes palabras de agradecimiento para la gente de CDR así como para los grupos de música que han participado en el festival, Hombres G, Secretos y Duncan Dhu, que también donan parte para que la Fundación pueda avanzar en sus proyectos. Gracias Koki.
Y creo que es el momento de dedicarle un rato a escribir acerca de la Fundación Emilio Sánchez Vicario, para que el gran público sepa de la labor que hacemos. Me remonto a la época de capitán de Copa Davis, en el 2008. Visitamos Perú y, a través de la Fundación Mapfre, nos llevan al campamento que habían montado para la gente en Pizco. Ahí me doy cuenta que podemos ayudar y que la gente es muy agradecida. Volviendo en la avioneta y hablando con Clara, la responsable de Mapfre en aquel viaje, es cuando decido darle un empujón fuerte a mi propia Fundación y volcarme en ella. Coincidencias de la vida, imagino que por afinidad, Fundación Mapfre se convierte en nuestro segundo gran partner y con el que desarrollamos la Escuela Pádel y Tenis para Autismo en Sevilla y la Escuela de tenis para Discapacidad Intelectual en Barcelona. No tengo palabras de agradecimiento suficientes hacia Mapfre, son el sponsor del tenis, pero además, conmigo y la Fundación, siempre se han portado como hermanos.
También debo agradecer el partnership a la Fundación Síndrome de Down, con quien hacemos la Escuela de Pádel, y a Tennis Visión con quien hacemos la Escuela Sound Tennis en Ciudad de la Raqueta. Por supuesto, si quieres colaborar como voluntario, aceptamos solicitudes.
Además debo también agradecer a la Academia Sánchez-Casal, a Mutua, a Sanitas, a Santander, a Caixa y a Repsol el haber organizado diferentes proyectos, eventos de voluntariado o ayudado en determinados momentos.
En total tenemos ya cerca de 140 alumnos en nuestras 5 Escuelas de Pádel y Tenis con personas con Discapacidad Física, Intelectual y Sensorial.
Pero hoy nos dan este premio en otro país, gente de un jurado donde no tenemos un programa, que aman el deporte y que se han preocupado de saber lo que hacemos. Esto de hoy, es una recompensa muy grande, no es sólo un premio, es traspasar las fronteras y convertirnos en un símbolo importante de la Solidaridad.
Y este premio, aunque lo recoja yo, no es para mí. Es para todo el equipo de gente que está detrás de los proyectos, los partners que he nombrado, los miembros de la Fundación con Blanca a la cabeza, Koki, Marisa, Xavi, Daniel, Eva, Íñigo, Marina, … Pero principalmente para los monitores, Miguel, Miguel Angel, Andrés, Javier, Simón, Amparo, Paco, Laia, Ana, Víctor, Marc y Rocío.
Una de las frases que usa Blanca Hernanz, la Directora de Proyectos de la Fundación, es que ayudamos a cualquier colectivo de discapacidad a que, a través de los deportes de raqueta, pueda vivir mejor. Todos los recursos que conseguimos son destinados única y exclusivamente a los alumnos y esperamos seguir creciendo y pronto, al igual que este maravilloso premio, traspasar fronteras.
Muchísimas gracias a todos una vez más y especialmente a la gente de Fair Play Mecenate a Menarini por su hospitalidad y su gran trabajo. Esperamos de verdad que podamos colaborar en el futuro.
Emilio Sánchez Vicario
CEO y Fundador de Academia Sánchez-Casal
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