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Por Stefan Ortega, Director de la Academia, y Pep Plasin, Responsable Área Femenina, en Academia Sánchez-Casal, Barcelona.
Roger Federer, a sus 36 años, firma el final de una nueva temporada de éxitos y es, junto a Rafa Nadal, el tenista con mayor número de Grand Slams de la historia. Sin embargo, Roger venía de un 2016 lleno de sinsabores, lesiones y decepciones. ¿Qué ha pasado en 2017? ¿Qué le ha vuelto a colocar en el nº 2 tras acabar el año pasado en el 16º puesto?
Si repasamos cada uno de los 4 pilares del tenis (técnico, táctico, físico y mental), vemos cambios y progresos en todos y cada uno de ellos.
En primer lugar, Federer ha hecho un cambio que está a la vista de todo el mundo: ha cambiado la raqueta. Ahora juega con una raqueta con un marco más ancho y una cabeza más grande. Esto le proporciona mayor confort en los tiros, tanto en los de ataque como en los de emergencia. Ha ganado velocidad de bola, aplicando un menor esfuerzo, y esto se aprecia enormemente, especialmente en los saques.
En segundo lugar, Federer cuenta con unas condiciones físicas excepcionales. Si bien en 2016 encadenó una dura serie de lesiones, tiene un físico privilegiado que, unido a su técnica excepcional, le proporciona una economía del esfuerzo de un nivel superior. Realmente son cualidades que han caracterizado siempre el juego de Roger pero en este último año le hemos podido ver a un nivel físico incluso superior al de otros años. Tras 17 años juntos, Pierre Paganini, su preparador físico, conoce a Roger, su cuerpo y su mentalidad como nadie. Pierre ha sido una pieza clave en su recuperación como lo ha sido a lo largo de toda su carrera, desde los 14 años.
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A nivel técnico, Federer sigue viajando con Severin Luthi, persona de confianza del jugador suizo, pero, como en otros años, también ha estado asesorado por un ex jugador de talla mundial como es Ivan Ljubicic. La influencia de Ljubicic se ha notado en su manera de jugar. Si con Edberg dio un paso hacia dentro de la pista para recortar los puntos con subidas a las red, con la estrategia de saque-volea y siendo más agresivo (famoso fue el año pasado su resto colocándose a medio metro de la linea de saque), con Ivan está jugando metido dentro de la pista, con una derecha muy dominante y un saque muy variado en direcciones. Mención aparte merece el trabajo de su revés liftado, que más que liftado es “medio plano”, dándole un gran gesto de muñeca final que le imprime una gran velocidad de tiro. Esto le permite no irse hacia atrás y dominar en una zona donde antes jugaba con, tal vez, excesivos cortados.
Finalmente, otra de sus armas es el cambio de velocidades y su capacidad para sorprender al rival dentro de la pista. Esta temporada, hemos visto a Roger jugando, a veces, un revés cortado con bote muy bajo y metido dentro de la pista, obligando al contrario a entrar en la pista para golpear sin poder imprimir fuerza a la bola, que le llega muy baja, para volver luego a sorprenderle con un tiro rápido obligando al rival a caminar rápidamente hacia atrás.
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Sólo un jugador “sabio” tiene esta capacidad para escuchar y aprender, para lograr ser técnicamente mejor cada día.
Además, Roger ha sabido aprovechar la reglamentación específica de la ATP para jugadores mayores de 31 años, según la cual el número de torneos obligatorios del ATP Tour Masters 1000 se puede reducir en 1 torneo cuando se alcance uno de los siguientes requisitos:
-600 partidos (a día 1 de enero del año en curso).
-12 años en activo en el ATP Tour.
-31 años de edad (ya cumplidos a día 1 de enero del año en curso).
Federer no ha dudado en acogerse a esta reducción de compromiso de participación. Ha escogido más relajadamente su calendario y ha dispuesto de mayor tiempo para su recuperación física a lo largo de la temporada. Probablemente este “recorte” de su calendario sea también uno de los secretos del éxito de esta temporada.
Finalmente, el aspecto mental también merece ser destacado. Mentalmente, Federer juega mucho más sereno, su control de la situación transmite al rival la sensación de que juega sin presión. Escoge muy bien los tiros y las jugadas, apenas “regala” puntos, juega sobre seguro. Ello hace que su leyenda crezca, los jugadores rivales le empiezan a ver “como de otro planeta” y eso se nota, sobre todo en los momentos críticos. Roger es una leyenda viva. Quizás estemos frente al mejor tenista de la historia.
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Sin embargo, hay un factor constante a lo largo de la carrera de Roger Federer que es, sin duda, la clave de sus casi 20 años de carrera profesional: nada es mejor que su afán de mejorar constantemente, de progresar y superarse. Su constante búsqueda de “ser mejor” le convierte en un referente para todos aquellos jugadores jóvenes que aspiran a competir en el futuro entre los mejores. Gracias, Roger, por ser un ejemplo a seguir.
Stefan Ortega, Director de la Academia
Pep Plasin, Responsable Área Femenina
Academia Sánchez-Casal, Barcelona