Por Emilio Sánchez Vicario, CEO y Fundador de Academia Sánchez-Casal.
#21 El último hábito está dentro de ti, así que trabaja el fuego que viene de tu estómago, que te llevará a pasar de tu estado actual a tu estado ideal. En ese momento, estarás preparado para conseguir tus mayores aspiraciones.
Cada momento en la vida nos llega por algún motivo: hay gente que lo llama destino, otras personas lo llaman energías, alguna otra suerte y los negativos mala suerte. Yo me considero un afortunado, he tenido la suerte de vivir la vida que elegí. Mis principios y valores los llevo conmigo y soy como soy en parte por mis padres, por la educación recibida, por mis referentes, personas que han sido clave en mi vida y principalmente por el tenis, que ha forjado mi carácter y me ha hecho resiliente ante la Adversidad.
El tenis siempre me enseñó a jugar los partidos con mi mejor versión de ese día, a saber analizar mi estado actual y a competir para llegar a mi estado ideal. Y ese aprendizaje lo aplico al resto de cosas importantes, con mis hijos, con mi pareja, con mis amigos y he obtenido buenos resultados como los tuve en el tenis.
Si creas un hábito en el proceso de autoanalizarte, si descubres cuál es tu zona de confort y das el paso para salir fuera de ella y dar tu mejor versión, en el momento en que lleguen los problemas serás capaz de jugar los partidos mucho mejor. Porque un día, cuando no te lo esperes aparecerá ella, LA ADVERSIDAD, demoledora, implacable, devastadora, llevándote por delante y deberás aprender a salir de ella reforzado. De ahí el motivo de escribir estas 21 historias. Hay muchas formas de jugar los partidos: quejándote, lamentándote, o bien luchando, aceptando ese momento y haciéndolo lo mejor que puedas.
Todos la tenemos ahí, acechando, molestando, estando presente. No sé si soy diferente a los demás, si lo soy en algo estoy seguro de que es gracias al tenis, ese deporte tan monótono, a veces aburrido, tan exigente, que ha conseguido que al aparecer la adversidad haya sido capaz de aún estando mal dar lo mejor que tengo, usar las herramientas que aprendí, ordenarlas, generar la energía y entusiasmo necesarios para llegar a la meta.
Irme a vivir al extranjero fue una decisión durísima pero necesaria, mi situación me consumía y estaba perdiendo casi todos los partidos importantes de mi vida. Ese traslado fue de por si un partido durísimo que algún día contare en un libro, como me aconsejo mi buen amigo y socio Koki. Marcharme no soluciono mis problemas, es más, mientras me estabilizaba desde la distancia perdí a mi cuñado, a mi amigo Victor, a Antonio, el director y alma de la Academia en Barcelona, a Santiago, mi confidente, amigo y asesor durante toda mi carrera y a mi padre. Recibía un revés detrás de otro. También dejé atrás a personas clave en mi vida y me llevé varias decepciones personales y laborales.
Profesionalmente ha sido una etapa de decisiones difíciles, de recortes, de sinsabores: llegar a la meca del tenis y la educación y competir contra las grandes academias aquí en Estados Unidos ha sido una batalla durísima, mientras que la creación de academias más nuevas y con más nombre en Europa nos ha forzado a salir de la zona de confort y a mejorar. A pesar de todo, el balance es positivo y el apoyo de mi familia, de mis amigos, de mis equipos de trabajo que siempre han estado cerca y me han dado el equilibrio y las fuerzas para luchar me han ayudado a crear los estados ideales, aunque fuese muy duro al principio, y a avanzar, a poder competir y a salir adelante.
«Al final, competir es lo que cuenta y hacerlo dando la mejor versión de nosotros mismos es lo que nos convertirá en vencedores, con independencia del resultado final del partido que juguemos.»
Severiano, quién también nos dejó, señalaba siempre que para triunfar necesitas las 4 Ces: corazón, cabeza, condición y cojones (coraje). Nosotros en ASC las llamamos los pilares de la competición: técnico, táctico, físico y mental. Independientemente al nombre que le pongamos, para mí con las cuatro ces o con los cuatro pilares consigues crear el estado ideal de competición y plantarle cara a cualquier rival compitiendo. El resultado da igual, lo importante es darlo todo. Nunca he conocido a alguien a quien dándolo todo y perdiendo se le critique.
Como visteis en la cita anterior dedicada a Casper Fernández, recientemente le fui a visitar al hospital, y una vez mas me dio una gran lección. Mis partidos al lado de los suyos no son nada. La adversidad se ha aliado en su contra y él, en lugar de hundirse ante las noticias, esta ahí luchando, llenando esa habitación con su mejor sonrisa y creando el EIC con su gente alrededor. Estoy seguro de que ganará ese partido a la Adversidad y se curará. Nos está brindando una lección de coraje y deportividad.
Sergio (Casal) y yo acabamos de recoger durante el Roland Garros el premio Philippe Chatrier de manos de la ITF, un galardón que nos llena de orgullo por el reconocimiento que supone a tantos años de servicio a un deporte que nos lo ha dado todo. Y que especialmente me da fuerzas para seguir adelante en nuestra labor de compatibilizar la educación de calidad con la carrera deportiva, de crear oportunidades en el deporte y en la vida.
Y esto es todo por el momento, espero haber conectado con vuestra lucha contra la adversidad a lo largo de esta serie de artículos, al igual que los 21 personajes o historias personales vividas lo hicieron conmigo. Mi mensaje final es que nada podemos hacer para eliminar la adversidad, pero sÍ que podemos prepararnos cada día para cuando llegue saludarla, afrontarla, y a ser posible, crecer con ella.
Emilio Sánchez Vicario
CEO y Fundador de Academia Sánchez-Casal