Por Emilio Sánchez Vicario, CEO y Fundador de Academia Sánchez-Casal.
#19 La adversidad genera miedo y rabia, pero puedes vencerlos apelando a los valores que has entrenado. Vencer a la adversidad se convierte en un hábito, y es una sensación realmente increíble vencerla una y otra vez.
Estoy escribiendo en la terraza de los jugadores en el torneo de Indian Wells. La vista es increíble, las montañas del desierto en el horizonte parecen una postal. Fernando acaba de terminar su partido, la temperatura está en pleno apogeo, alrededor de 120 Fahrenheit. Ha sido una dura derrota. Fernando no pudo manejar la adversidad como yo esperaba. Habíamos entrenado esta situación pero, analizando el partido, ha quedado claro que estas prácticas no se han convertido en un hábito todavía.
Tuvo opciones y oportunidades, pero no pudo materializarlas. Se enfocó en pelear consigo mismo en lugar de enfocarse en su oponente. La sensación fue frustrante. Al tiempo que voy escribiendo voy pensando en cómo dar la vuelta a esta situación y, para encontrar la solución, debo preguntarme a mí mismo: ¿Por qué se enoja consigo mismo cuando juega con el mejor jugador español de todos los tiempos? ¿Por qué es tan duro consigo mismo?
Estoy triste porque estaba muy motivado para obtener resultados pronto, y ésta era una buena oportunidad, jugando contra Nadal, Federer, Djoko antes de semifinales. ¿Puedes creerte este difícil cuadro? Podría haber sido un momento increíble para vencer a toda la historia del tenis en un mismo evento. Pero no fue posible.
Hablamos después del partido y, como le explico muchas veces a los estudiantes de la Academia, no podemos concentrarnos en los resultados, sólo tenemos que concentrarnos en disfrutar del partido y la batalla. Para disfrutar de estos partidos hay que volverse resiliente, y para llegar a ese estado hay que enfrentar la adversidad. Creo que si Fernando consigue ser más resiliente contra los mejores jugadores, manejará mucho mejor la presión, enfrentará los problemas, controlará las emociones negativas, activará sus habilidades en momentos difíciles, aprenderá de los errores, se recuperará mejor y sobrevivirá en la adversidad.
Me he vuelto a dar cuenta de que el tenis es un deporte extremadamente complicado. Saliendo de la pista me sentí tenista otra vez, crucé miradas con el oponente, viví el deseo de tener éxito, o la frustración ante un error en un punto clave. Visualicé lo que podía suceder y lo que me pareció más difícil de todo fue la lectura del juego del oponente. Y, aún con todo ello, yo era feliz de estar ahí.
Fue genial estar de nuevo en la primera fila, fue una sensación increíble, especialmente con un jugador, Fernando Verdasco, que tiene un juego alucinante y que puede dominar contra cualquiera. Espero que la próxima vez pueda ayudarle un poco más y crear nuevos hábitos en el entreno para hacerle creer en su juego. Acabo de tener una larga conversación con él sobre el partido, y Fernando cree en sí mismo y se da cuenta de sus barreras. Él sabe que tiene que ser más resiliente. No será fácil, pero me encanta el desafío, cuanto más difícil mejor.
Después de tantos años ausente del circuito, cambian muchas caras, pero no los trabajos o los tipos de trabajos:
- Tenemos jóvenes aprendices (nuevos jugadores) que tienen una gran ética de trabajo y nada que perder.
- También tenemos a los jugadores en su mejor momento (los mejores jugadores), ¡son tan duros e indestructibles! Sus habilidades son casi perfectas técnica, táctica, física y mentalmente.
- Tenemos también a los más veteranos, con la experiencia y mentalmente muy potentes aunque, a veces, no lo son tanto físicamente.
Las tres categorías son casi iguales aunque con pequeñas diferencias pero todas tienen un gran rival: la Adversidad y su poder de inspiración negativo, generando enfado y rabia. No dejes que la Adversidad te inspire lo peor. Necesitas controlarla.
Va a ser un gran reto, pero mirando al horizonte y a todas esas montañas alrededor de Indian Wells, puedo asegurar que seguiré soñando y creyendo que seremos capaces de crear nuevos hábitos para afrontar nuestro próximo encuentro de una manera más competitiva, enfrentándonos y venciendo a ese eterno enemigo: la adversidad.
Emilio Sánchez Vicario
CEO y Fundador de Academia Sánchez-Casal